La reflexión y acción desde la ética
La investigación educativa, como acción humana, contiene un
componente que la determina el cual se identifica con lo ético. Es decir que ser
ético es parte de un proceso de planeación, tratamiento y evaluación
inteligente y sensible, en el cual el investigador busca maximizar los buenos
productos y minimizar el riesgo y el daño. Por lo tanto la investigación científica
es la participación humana, donde no
necesariamente se involucran cuestiones éticas, pero casi siempre es importante
para resolver problemas éticos en la
sociedad de manera integral.
Es por ello que la ciencia y la tecnología no están libres
de valores, ni son ética mente neutrales, y más aún, que los científicos y
tecnólogos pueden adquirir responsabilidades morales por la propia naturaleza
de su trabajo.
Por otra parte, las nuevas tecnologías hacen que la
educación se situé en un mundo de nuevas y distintas realidades con diferentes
desafíos metodológicos, donde pone en duda y afecta la educación, por lo
consiguiente afecta también los modelos de formación y los marcos de actuación.
La educación tiene que afrontarse a los diversos cambios que traen las
tecnologías y acoplarse a las mismas, respecto a los cambios de las enseñanzas
para que las nuevas generaciones no sean alfabéticas digitales.
Así mismo el investigador educativo debe estar consciente de
las responsabilidades que adquiere en función de los problemas que va a
investigar, de las posibles consecuencias del proceso y de los medios que se
eligen para lograr los propósitos.
La investigación educativa, como acción humana, contiene un
componente que la determina el cual se identifica con lo ético. Es decir que ser
ético es parte de un proceso de planeación, tratamiento y evaluación
inteligente y sensible, en el cual el investigador busca maximizar los buenos
productos y minimizar el riesgo y el daño. Por lo tanto la investigación científica
es la participación humana, donde no
necesariamente se involucran cuestiones éticas, pero casi siempre es importante
para resolver problemas éticos en la
sociedad de manera integral.
Es por ello que la ciencia y la tecnología no están libres
de valores, ni son ética mente neutrales, y más aún, que los científicos y
tecnólogos pueden adquirir responsabilidades morales por la propia naturaleza
de su trabajo.
Por otra parte, las nuevas tecnologías hacen que la
educación se situé en un mundo de nuevas y distintas realidades con diferentes
desafíos metodológicos, donde pone en duda y afecta la educación, por lo
consiguiente afecta también los modelos de formación y los marcos de actuación.
La educación tiene que afrontarse a los diversos cambios que traen las
tecnologías y acoplarse a las mismas, respecto a los cambios de las enseñanzas
para que las nuevas generaciones no sean alfabéticas digitales.
Así mismo el investigador educativo debe estar consciente de
las responsabilidades que adquiere en función de los problemas que va a
investigar, de las posibles consecuencias del proceso y de los medios que se
eligen para lograr los propósitos.
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